lunes, 20 de julio de 2009

MARIDO PONE CACHOS A MERCEDES VELA CON DAYSI ARAUJO

Diario Ajá hizo seguimiento Mario Velarde, esposo de la actriz peruana Maribel Velarde, a quien ampayó en los brazos de la bailarina Daysi Araujo.

Tal y como ya lo habíamos publicado semanas atrás, el matrimonio de la actriz y ex modelo Mercedes Vela con el empresario español, Mario Velarde, tiene otra protagonista: la bailarina Daysi Araujo.
Esta historia de infidelidades y engaños comenzó hace más de 7 meses con el ampay a Mercedes Vela y su ex Ruggero Poblete. Desde ahí, el feliz matrimonio se rompió y el "chapetón", desde hace dos meses, muere por la pelirroja. Por eso, no tuvo reparos en comprar su boleto de avión y volar desde el Viejo Continente al Perú, para conquistar a la Araujo.
Jueves 16 de julio. Sabíamos que Mario Velarde arribaría en la quincena de julio y nuestros informantes nos dijeron que ese era el día. Decidimos hacerle la guardia en el aeropuerto Jorge Chávez. No dimos con él.
Viernes 17 de julio. El lente de "muchachamba", el fotógrafo de Ajá especialista en ampays, estaba listo. Eran las 3:00 de la tarde y nuestras fuentes confiables nos dijeron que hoy sería un buen día para dar con los "infieles" en el departamento que el esposo de Mechita se encontraba hospedado.
Más rápido que volando, nos dirigimos a la calle Bolívar y Sucre de Miraflores. Nos ganamos con una pícara mirada de Velarde, quien observa la anatomía de Daysi; pero no eran pruebas suficientes.
Sábado 18. Eran las 10:00 de la mañana. Estábamos plantados afuera del departamento del europeo, quien sale raudamente para subirse a un Tico que lo llevaría con destino a San Juan de Lurigancho: la casa de Daysi Araujo.
Al promediar las 4:00 de la tarde, después de unas horas que aguardábamos impacientes por conseguir la foto, se armó la fiesta en el tercer piso de la casa que hace poco la bailarina construyó con el sudor de sus nalgas, producto del baile por supuesto. Ahí pescamos infraganti a la nueva pareja de Chollywood.
El amor se desbordó en la azotea. Besos, abrazos, cargadas, caricias más que calentonas y jugueteos al por mayor. El distrito de San Juan de Lurigancho fue el escenario del tórrido romance. El esposo infiel cayó "con las manos en la masa", por no decir "con las manos en las siliconas".
Fuente : Diario Ajá
Escribe: Carmen Pizango

No hay comentarios: