La cantante Abencia Meza sigue de malas. Ayer, Pedro Mamanchura, sorprendentemente dio marcha atrás, y le dijo en su cara haber sido ella quien le mandó a asesinar a Alicia Delgado. Y más tarde, otra mala noticia llegó a oídos de Abencia, su perrito Chester falleció de un paro cardiaco porque la extrañaba mucho a pesar de que su "madre sustituta", Zundy Culquimboz, se esmeró en cuidarlo y darle cariño.Para Chester no fue lo mismo. Extrañaba el olor de su "verdadera madre". Lo peor es que murió tratando de llegar a ella, porque Zundy lo llevó ayer al penal San Pedro, ex Lurigancho, para intentar que vea a Abencia, pero la emoción fue demasiado para Chester que sufrió un paro cardiaco expirando en los brazos de Zundy.
"Murió en mis brazos, pobrecito, estaba sufriendo mucho, extrañaba a Abencia. Ella jugaba con Chester, lo adoraba, varias semanas que no comía y se paraba en la puerta esperando ver llegar a Abencia", contó llorando Zundy, quien llevó a la mascota a un veterinario, pensando que aun estaba vivo, pero ya nada se pudo hacer.
La última vez que Chester vio a Abencia fue hace dos semanas, cuando Zundy llegó a Lurigancho llevándole comida durante las primeras audiencias por el caso del asesinato de Alicia Delgado. Chester al ver a lo lejos a su ama escapó de los brazos de Zundy, cruzó una puerta y llegó feliz hasta Abencia, quien lo cargó y acarició sin imaginar que nunca más se verían.
"Murió en mis brazos, pobrecito, estaba sufriendo mucho, extrañaba a Abencia. Ella jugaba con Chester, lo adoraba, varias semanas que no comía y se paraba en la puerta esperando ver llegar a Abencia", contó llorando Zundy, quien llevó a la mascota a un veterinario, pensando que aun estaba vivo, pero ya nada se pudo hacer.
La última vez que Chester vio a Abencia fue hace dos semanas, cuando Zundy llegó a Lurigancho llevándole comida durante las primeras audiencias por el caso del asesinato de Alicia Delgado. Chester al ver a lo lejos a su ama escapó de los brazos de Zundy, cruzó una puerta y llegó feliz hasta Abencia, quien lo cargó y acarició sin imaginar que nunca más se verían.
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