
El inesperado accidente, que ocurrió a las diez de la mañana del 29 de mayo, dejó con los crespos hechos a los cantantes, músicos, técnicos y asistentes de los intérpretes de "A llorar a otra parte" pues casi caen al abismo.

"Tuvimos un percance con el bus porque por poco nos vamos al vacío. Era un abismo de 200 metros, menos mal había un muro que salvó al bus. Si habría ocurrido esa tragedia acababa con toda la orquesta, estaban todos los integrantes", indicó el director Walter Yaipén desde Chiclayo, ciudad donde se encontraba solucionado algunos asuntos laborales.
"Esta es la primera vez que pasan por este tipo de incidente en la carretera. Viajamos en el bus todos los días y hasta ahora no habíamos pasado por algo tan traumático. Tuvieron que detenerse en la carretera para revisar las llantas porque todas se reventaron. Felizmente fue un gran susto que no pasó a mayores", añadió el norteño.
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