Haber salido de su país, hace 27 largos años, no ha sido impedimento para que el peruano y músico Willy Murillo, le siga cantando no solo a la tierra que lo vio nacer, sino a aquellos importantes personajes católicos y hasta héroes nacionales.
Nacido en el populoso distrito de La Victoria, con el don del canto,
Willy ya se desarrollaba desde muy pequeño interpretando música criolla y
afroperuana. En su adolescencia, cuando apenas terminaba el colegio, con sus
amigos del barrio, forma su propia orquesta “Remembranzas”, en 1982, También
perteneció a las orquestas La Única de Aníbal López y Sexteto Victoriano. Sin
embargo, debido a la crisis que en ese entonces vivía nuestro país por el terrorismo,
decidió partir hacia los Estados Unidos en el año 1989.
“Cuando recién llegué a los Estados Unidos, trabajé haciendo de todo, pero aprendí muchas cosas buenas que me hicieron salir adelante, incluso tuve la oportunidad de alternar con diferentes grupos. Soy una persona de mucha energía y, por ende, muy perseverante y nunca deseché la idea de realizar mi sueño musical".
Pasaron muchos años para que Willy Murillo logrará estabilizar su
situación de migrante y fue hasta el 2012 que aquellos sueños musicales
empezaron a hacerse realidad. Primero con la agrupación bachatera-merenguera
“Concepto Latino” y la orquesta “La Familia” en Connecticut. De allí se
traslada a Las Vegas donde forma su propia agrupación grabando temas del
reconocido compositor peruano Carlos Rincón, como son: El Alacrán, Añoranzas,
Soy victoriano, El cebiche y el más reciente “Moreno Santo” en homenaje a San
Martín de Porres.
Afirma que sus canciones hablan del sueño de un inmigrante de regresar a su país, “de mi barrio del plato bandera y de la fe, pero todo relacionado al Perú. Aunque esté lejos, quiero que mi país conozca de mis canciones que están dedicadas con mucho cariño. Le canto al pasado, al presente y soñar con el futuro de mi tierra”.
Como buen victoriano, hincha acérrimo de Alianza Lima y devoto de San
Martín de Porres, Willy refiere que “el mejor milagro que me ha hecho San
Martincito es haber nacido de mis queridos padres Antonio Murillo y Carmen
Maldonado, ellos siempre quisieron que yo fuera cantante y es recién ahora que
puedo cumplirles ese sueño. Es por eso que también con mucho orgullo mi grito
de batalla es “ Murilloooooo”.
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