La reconocida actriz Aurora Aranda nos confiesa que viene atravesando momentos difíciles al haberse separado de su esposo Ubaldo Castro, peruano nacionalizado norteamericano, con quien se fue a vivir a Estados Unidos. Por eso, ella ha decidido regresar a Lima para retomar su vida artística."Cuando me casé con Ubi estaba convencida de que era para siempre. Pensé que la tercera era la vencida, pero me equivoqué", nos dijo Aurora al recordar sus dos anteriores matrimonios.
"Pero una vez más tengo que decir que el matrimonio es como una lotería. Te casas con tanta ilusión, con tanto amor, pero al final no sabes cómo va a resultar. Pero no me arrepiento, de todo lo malo o feo uno aprende".
Aurora asegura que no hubo infidelidad por ningún lado. "¿Qué pasó? Buena pregunta. Yo toda mi vida he trabajado, pero de pronto me encontré en otro lugar donde no pude hacer lo mío, me costó mucho acostumbrarme. Hasta que un día decidí retomar la actuación y venirme a Lima. Y la respuesta que obtuve fue 'ok, vete pues'. Ni modo, qué voy a hacer en Estados Unidos. Pero duele que después de tantos años de casada, casi doce, tenga que pasar por esto. Es un momento muy difícil el que me está tocando vivir. Esto es como la guerra de los Roses, el divorcio es definitivo".
Pero la vida continua, la reconocida actriz ahora está tocando puertas para conseguir trabajo en alguna producción local. "Ya conversé con Michelle Alexander, con Susana Bamonde y también con Efraín Aguilar. Espero salga algo para mí. Yo soy actriz y puedo trabajar en lo que me pidan, tampoco estoy en condiciones de escoger. Yo me siento feliz haciendo comicidad, pero si hay que llorar, lloro", remarca.
"Pero una vez más tengo que decir que el matrimonio es como una lotería. Te casas con tanta ilusión, con tanto amor, pero al final no sabes cómo va a resultar. Pero no me arrepiento, de todo lo malo o feo uno aprende".
Aurora asegura que no hubo infidelidad por ningún lado. "¿Qué pasó? Buena pregunta. Yo toda mi vida he trabajado, pero de pronto me encontré en otro lugar donde no pude hacer lo mío, me costó mucho acostumbrarme. Hasta que un día decidí retomar la actuación y venirme a Lima. Y la respuesta que obtuve fue 'ok, vete pues'. Ni modo, qué voy a hacer en Estados Unidos. Pero duele que después de tantos años de casada, casi doce, tenga que pasar por esto. Es un momento muy difícil el que me está tocando vivir. Esto es como la guerra de los Roses, el divorcio es definitivo".
Pero la vida continua, la reconocida actriz ahora está tocando puertas para conseguir trabajo en alguna producción local. "Ya conversé con Michelle Alexander, con Susana Bamonde y también con Efraín Aguilar. Espero salga algo para mí. Yo soy actriz y puedo trabajar en lo que me pidan, tampoco estoy en condiciones de escoger. Yo me siento feliz haciendo comicidad, pero si hay que llorar, lloro", remarca.
Fuente: Diario Ojo
